Un bello cuento de hadas compartido por Tara Brach
- Meta Amelia Santos
- 18 may 2024
- 2 Min. de lectura

Tara Brach compartió este cuento de hadas en una entrevista con Gabor Maté y Jack Kornfield, mencionando que se lo contó una de sus clientes. El cuento dice que la niña estaba en un armario, temblando de miedo por que padre alcohólico estaba afuera teniendo otro ataque de violencia, así que la niña oró pidiendo ayuda. Se le apareció esta hada bondadosa y le dijo: "Realmente no puedo ayudarte a deshacerte de todo el dolor. Pero lo que sí puedo hacer es enviarlo a diferentes partes de tu cuerpo y manipularlo para que no lo sientas tanto." Ella siguió adelante y lo hizo, entonces la niña le preguntó: "¿Pero me vas a dejar?". Y ella dijo: "Dejaré una voz en ti y esa voz será un llamado a regresar a tu plenitud. Aunque no sentirás tanto dolor y actuarás de maneras que son funcionales, pero tal vez no se sientan bien, la voz seguirá ahí y te llamará a regresar a tu plenitud. Cuando estés lista, cuando tengas los recursos, comenzarás a desempaquetar, a torcer y a deshacer ese dolor y a reconectarte con tu plenitud, que nunca te ha sido arrebatada. Tu ser o tu alma siempre está ahí. Simplemente está cubierta”.
Quería compartir este hermoso cuento de hadas, primero que nada porque me encantan los cuentos de hadas, pero verdaderamente porque sentí que me habla directamente al corazón. Cuando lo escuché, mi corazón literalmente reaccionó, sentí una especie de escozor seguido de un nudo en la garganta. Entonces supe que de alguna manera me sentía identificada con el cuento de hadas. Creo que muchos de nosotros, si no todos, podemos identificarnos y reconocer que todos fuimos visitados por la misma hada bondadosa. Algunos de nosotros hemos podido escuchar el llamado a regresar a nuestra plenitud y hemos comenzado el viaje, el proceso de reconocer todas las piezas y volver a pegarlas dentro de nosotros. Hemos podido identificar nuestros recursos internos y adquirir otros nuevos, como en un trabajo de kintsugi interminable.
Hay quienes pueden tener demasiado ruido alrededor o en el interior, así que no han podido escuchar la llamada hacia la plenitud. Pero quiero creer que el llamado siempre está ahí y solo necesitamos algunos momentos de silencio para poder escucharla.
En mi espíritu de buena voluntad, quiero creer que la lectura de esta historia permitirá a algunas personas hacer esa pausa y conscientemente tomarse el tiempo para buscar en el interior y eventualmente identificar el llamado a la plenitud o a la verdad. Esos silencios pueden mejorarse mediante prácticas de meditación y atención plena. También nos ayuda poner atención a charlas de crecimiento personal, leer todo aquello que sintamos alimenta nuestro ser. Además sirve el practicar actividades que involucren el cuerpo, como caminar en la naturaleza, hacer yoga, caminar o correr. Los caminos son infinitos y mientras más recursos integremos, más dorado será nuestro trabajo.
Muchas gracias por tomarse el tiempo de leerme.
Comments